La pobreza energética y como afecta a la población
¿Que es la pobreza energética?
La pobreza energética es la situación en la cual en una vivienda no hay capacidad de acceder a los servicios energéticos esenciales a un precio asequible para poder llevar una vida digna en el hogar y en la sociedad.
¿Como se detecta?
La pobreza energética es un concepto que no es fácil de detectar a través de un único factor. Se puede medir a través de análisis basados en los ingresos y gastos y mediante indicadores aportados por los usuarios, como atrasos en el pago de las facturas de servicios públicos.
Hay también una serie de indicadores secundarios como los precios de la electricidad y del gas para las viviendas, exceso de mortalidad en invierno, presencia de humedades, etc, donde cada uno de estos indicadores refleja un aspecto diferente de la pobreza energética.
La pobreza energética es ocasionada por una combinación de factores estructurales como la pobreza de ingresos, precios injustos de la energía y una vivienda de escasa calidad.
Estos factores estructurales se ven agravados por los precios de la energía, la insuficiente protección de las viviendas vulnerables, la escasez de recursos destinados a invertir en las necesidades energéticas de la vivienda y las condiciones climáticas extremas debidas a la emergencia climática.
¿Cuantas personas sufren pobreza energética en Europa?
Actualmente, más de 34 millones de personas en Europa están padeciendo la pobreza energética en diferentes grados.

En Europa, las condiciones de habitabilidad inadecuadas representan más de 100 000 muertes prematuras al año. La pobreza energética tiene un impacto negativo directo sobre la salud, incluida la salud mental, ya que expone a las personas a unas condiciones físicas inaceptables, produciendo estrés y aislamiento social. Las personas que viven inmersas en la pobreza energética se enfrentan a menudo a graves problemas de salud que, como consecuencia, ocasionan una incidencia de bajas por enfermedad más frecuente y de mayor duración, que repercute sobre el empleo y la productividad.
¿Que se puede hacer para reducir la pobreza energética?
La reducción de la pobreza energética y la mejora de la eficiencia energética se asocia a numerosos beneficios sociales, económicos y medioambientales adicionales.
La transición a una energía limpia debe seguir el principio de “primero, la eficiencia”, de modo que se priorice la descarbonización, reducir la demanda de energía y promover un uso eficiente de esta, obteniendo así beneficios que se puedan destinar a reducir la pobreza energética.
Para lograr una transición energética justa, los marcos reglamentarios y políticos deben respetar el derecho de todos los europeos a acceder a una energía limpia y asequible. Los Estados deben adoptar medidas inmediatas para proteger el derecho al acceso a la energía, garantizando un suministro mínimo de energía para todas las personas, la fijación de tarifas sociales y el refuerzo de los derechos y protecciones para los consumidores. También deben adoptar medidas a medio y largo plazo a través de inversiones específicas en programas de eficiencia energética, renovables y renovación.
El derecho a una energía limpia y asequible para todos debería estar basado en un enfoque de tres pilares fundamentado en una renta adecuada, precios justos y la eficiencia energética.
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